Su función en la salud articular
El ácido hialurónico está naturalmente presente en el líquido que rellena la cavidad articular (líquido sinovial). Por tanto, es responsable de la resistencia y la elasticidad del cartílago y facilita su función como soporte de carga. Cuanto más lento es el flujo del líquido sinovial (por ejemplo, en reposo o al caminar), más elevada es la viscosidad y, por tanto, su capacidad de lubricación. Por el contrario, cuanto más elevado sea el flujo (por ejemplo, al correr), menor es su viscosidad: el líquido sinovial se vuelve más elástico y es capaz de ejercer una acción amortiguadora en caso de traumatismo o impacto mecánico.
Asimismo, gracias a su capacidad para interaccionar con receptores específicos, el AH es capaz de controlar la respuesta inflamatoria y el dolor.